El Gobierno de España ha puesto en marcha un Plan de Retorno Voluntario para aumentar la protección de los trabajadores y las trabajadoras españoles que deseen volver a casa de sus padres.
Con esta nueva medida, todos aquellos españoles, en situación de desempleo, disfrutaran de una vivienda digna.
Además los que se acojan a esta medida podrán cobrar por anticipado toda su prestación por desempleo. Así podrán gastarla rápidamente y mantener los beneficios de las empresas y bancos que les han obligado a volver a casa de sus padres.
La crisis nos ofrece nuevas formas de disfrutar de nuestra vida y de nuestra sexualidad. Con un poco de imaginación, y los juguetes adecuados, podemos convertir una situación tensa, en algo muy placentero. Veamos dos ejemplos
Me llega una carta de hacienda Abrir cualquier sobre con el logotipo de la Agencia Tributaria produce sudores fríos, diarrea, y disfunción eréctil. Esa desagradable experiencia se puede convertir en un placer con nuestro kit compuesto de: esposas para muñeca, esposas para tobillos, una mordaza con agujeritos para poder respirar ;), y pintura corporal fluorescente, con la que pintar lo que tienes que pagar en tu piel o la de tu amante.
Ser sodomizado mientras lees lo que tienes que pagar, convertirá una experiencia traumática en un desbordante torrente de sensaciones placenteras. Desearás inspecciones, cada vez más profundas, de tu inspector de hacienda más cercano.
Sube el euribor Disfruta como nunca de los cambios de humor del Banco Central Europeo. Cada vez que el euribor suba, introdúcetelo un poco más, cada vez que baje, sácatelo un poquito.
También te será muy útil si has invertido tus ahorros en bolsa. Jugando con las cotizaciones, puedes pasar un día increíble empezando en Tokio, continuando en Madrid, y (¡Ohhhh…!) terminando en Wall Street.
Déjate llevar, olvida tus inhibiciones y disfruta del placer de la crisis.
Mi vida cambió para siempre cuando a los dieciséis años me apunte al grupo de teatro ¿O fue cuando vi “Tucker: the man and his dream”? Probablemente el punto sin retorno fue cuando comencé a escribir y dirigir cortos.
El caso es que no he encontrado otra actividad, que me de tantas alegrías y tantos sinsabores, como idear y contar historias.
Después de actuar, hacer monólogos cómicos, escribir, dirigir teatro y cortos, sé que lo que hago mejor es escribir.
"Tengo 10 mandamientos. Los nueve primeros dicen: ¡no debes aburrir!. El décimo dice: tienes que tener derecho al corte final de la película." - Billy Wilder